Como decía la mini serie “aquellos años felices”, que linda época. Muchos de ustedes habrán ido al
Italpark, era un parque de diversiones en Buenos Aires con muchísimos juegos, música y diversión asegurada.
Recuerdo un día caminando de la mano de mis padres y las infaltables travesuras con Inés mi hermana gemela. Por sino lo había dicho antes soy gemela, pero de esas que no se parecen mucho.
Bueno les contaba que estábamos rumbo a la samba (ver foto abajo) y siempre nos decían que no debíamos soltarnos del asiento y cosas por el estilo, típico de padres. Con Inés ya estábamos planeando soltarnos en medio de la samba, pero antes había que tomarle el tiempo al señor que controlaba el aparato. Mientras dábamos vueltas saludábamos a mamá y papá muy alegremente.
Luego de varias vueltas en la samba decidimos desafiarnos y ver quien de las dos se soltaría primero del asiento (siempre fui la más traviesa de las dos). Hicimos un conteo del uno al tres y al finalizar nos lanzamos las dos al medio y luego de inmediato al asiento más cercano. Para nosotras esa fue una prueba super difícil y aun la recordamos como algo desafiante y divertido. Aun puedo ver la cara de mis padres del susto al vernos en el medio de la samba. Obviamente una travesura de niños.
Como decía la mini serie “aquellos años felices”, que linda época. Muchos de ustedes habrán ido al Italpark, era un parque de diversiones en Buenos Aires con muchísimos juegos, música y diversión asegurada.
Luego de varias vueltas en la samba decidimos desafiarnos y ver quien de las dos se soltaría primero del asiento (siempre fui la más traviesa de las dos). Hicimos un conteo del uno al tres y al finalizar nos lanzamos las dos al medio y luego de inmediato al asiento más cercano. Para nosotras esa fue una prueba super difícil y aun la recordamos como algo desafiante y divertido. Aun puedo ver la cara de mis padres del susto al vernos en el medio de la samba. Obviamente una travesura de niños.
